«Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar», expresó alguna vez Horacio Verbitsky, actualmente cercano al gobierno nacional, y que suele mantener alguna conversación con la Presidenta.
Sin dudas, estamos casi totalmente de acuerdo con esa definición. Y nuestras notas dan testimonio de eso. Y por ser así es que hay gente que se enoja (también que nos felicita). Pero la clave está en tener en claro qué es lo que uno pretende hacer. Una cosa es la propaganda: únicamente difundir lo que llega y otra es investigar, y querer preguntar, y averiguar (sobre todos).
El problema surge cuando del otro lado hay personas que no hacen lo mismo, entonces quienes no quieren contestar preguntas o prefieren no hablar de ciertos temas, eligen a otros medios, precisamente por ese “favor” de que les permiten monologar. Entonces, los que
queremos hacer preguntas quedamos relegados, y mucho más cuando comenzamos a hacer pública esa “discriminación”.
Afortunadamente, el 6 de junio, la Intendente llamó a un desayuno con periodistas. Al terminar tuvimos una grata sorpresa. Si bien no pudimos hacer una entrevista y que las declaraciones queden grabadas, pudimos dialogar (luego del desayuno) durante más de dos horas con la Intendente y algunos funcionarios. Saber qué piensan sobre varios temas, y conocer sus puntos de vista.
Fue un gran gesto, y el mejor “regalo” que pudimos recibir para el día del periodista. Se lo dijimos y lo escribimos aquí: No estamos en contra de nadie, nos interesa poder tener todas las “campanas”.
No se puede confundir el periodismo con aduladores. Siempre es más fácil dar una entrevista a alguien que adula, de esa manera se evita hablar de temas difíciles y complicados. Pero deberían tener en cuenta algo que plantea Mario Benedetti sobre ese tema.
Antes, aclaremos que adular no es simplemente “chupar las medias” y no decir nada, es algo más. Según el diccionario adular es “alabar excesivamente a alguien, generalmente con fines interesados”. Se resalta de esta definición la palabra excesivamente y “con fines interesados”.
En uno de sus más bellos poemas Mario Benedetti escribió: “Que adular no es ayudar. Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara”.
Claro que es más fácil recibir “adulaciones” que preguntas, claro que es más fácil adular que hacer preguntas. Pero, quienes niegan entrevistas, deberían tener en cuenta otras palabras de ese mismo poema: “Que negar palabras implica abrir distancias”.
Hoy podemos decir que no tenemos de que quejarnos porque pudimos hablar de todo y con respeto porque, como dice en ese mismo poema: “Que las cosas cara a cara son honestas. Que nadie es honesto porque no roba”.
Por último, y siguiendo el mismo poema: “Que nunca está de más agradecer”
Un agradecimiento especial a todos nuestros lectores. Pero también a quienes siempre están dispuestos a una charla, a una entrevista, a quienes molestamos en horarios y días no habituales para poder sacarnos alguna duda y normalmente nos contestan (Battista, Sanchez, Molina, Macazaga, Marcos). Por su puesto a los auspicientes, y a quienes siempre están dispuestos a hacer una crítica. Gracias a todos!
Y perdón por los problemas que podemos haber causado.
FELÍZ DÍA A TODOS LOS PERIODISTAS. A LOS QUE ADULAN, A LOS QUE NO ADULAN. A LOS MIMADOS, A LOS NO MIMADOS. A LOS QUE PREGUNTAN, A LOS QUE NO PREGUNTAN. A LOS QUE OPINAN, A LOS QUE NO OPINAN. PERO ESPECIALMENTE A TODOS AQUELLOS QUE CREEN QUE ESTÁN HACIENDO LO CORRECTO
Una última frase del mismo poema: “Que las heridas se cierran. Que las puertas no deben cerrarse”
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