Clarín sobre Monzó: “¿Quién se fue de vacaciones sin quererlo?”

Resultado de imagen para emilio monzo macriRicardo Roa, periodista del diario Clarín, publica una columna que tiene como eje central a Emilio Monzó, ex Intendente de Carlos Tejedor, que parece haber quedado afuera de la campaña electoral.

“Lujo raro el de Cambiemos: dejar afuera de la campaña a Monzó, que ató acuerdos y conoce mucho la Provincia”, se lee en el copete.

A continuación la columna completa:

Justo ahora, cuando reina la política, el más político de los políticos de Cambiemos toma vacaciones. Emilio Monzó es

nada menos que el presidente de la Cámara de Diputados. O sea el número tres en la sucesión presidencial y el encargado de anudar acuerdos con la oposición. Es además un armador talentoso y un tipo difícil y áspero como una lija.
Monzó cumplió lo que Macri le pidió: la escena de polarización con De Vido y viajó a Miami. En la campaña está haciendo lo que le Macri le pidió que haga: nada. Y eso que fue clave en la campaña anterior y que conoce como pocos la provincia de Buenos Aires donde fue intendente y donde militó en el peronismo. Otro que salió de escena o que sacaron de escena es Massot, jefe de los diputados del Pro y Pro de la primera hora. Llama la atención el lujo, por decirlo de alguna manera, que se da Cambiemos con estas prescindencias en medio de encuestas que van y vienen con pronóstico reservado.
Corrido Monzó del círculo áulico macrista, la estrategia electoral quedó en las manos de Peña, Larreta, Vidal, De Andreis, Frigerio, Salvai y Durán Barba. No todos con el mismo peso, por supuesto. Es sabido que Monzó tenía y tiene otras ideas sobre el rumbo político que debe tomar el macrismo. ¿Qué cuestiona? La estrechez de la coalición de gobierno. No es un tema menor.
Monzó pensaba y piensa que Cambiemos, que es la suma del Pro, los radicales y Carrió, sirvió para ganar en 2015 pero no alcanza para gobernar y para ganar las elecciones que vienen. El núcleo duro que acompaña a Macri, Durán Barba, Peña, Vidal y Larreta, pensó y piensa otra cosa: que para impulsar las transformaciones alcanza con la voluntad de cambio de la mayoría de la sociedad y que para legitimarse necesitan diferenciarse no sólo del kirchnerismo sino también del peronismo.
Según ellos, si Cambiemos se mezclara con lo que ellos llaman la vieja política perdería el principal activo o atractivo que hoy tiene. Por eso alentaron polarizar con Cristina y desalentaron incorporar un pedazo del peronismo al Gabinete y a la coalición para ampliar la base de sustentación como proponía Monzó.
En contra de Monzó jugó y juega su acercamiento a Massa y las idas y vueltas de Massa que enfurecieron a Macri y atascaron la relación de Macri con Monzó. También jugó en contra el rechazo de los radicales y de Carrió a una apertura semejante con el peronismo. Macri imagina a los gobernadores peronistas como futuros aliados en el Congreso y no a Massa.
En la mirada de Monzó, otra sería la situación electoral en Buenos Aires si Vidal hubiera sumado al grupo de intendentes que tomó distancia de Cristina en tiempos en que el destino de Cristina era vidrioso y que ahora volvió mayoritariamente con Cristina.
No éste sino el domingo que viene empezará a verse si a Cambiemos le daba para ir solo y Macri lo vio claro o si Monzó lo había visto más claro. Dilemas que según Durán Barba se plantean entre la mirada clásica de la política y el nuevo modelo que busca encarnar el Pro. No hace falta mucho para conocer los resultados.

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