Por Manuel Agustín Beloso
Es sabido que el Concejo Deliberante, es el poder legislativo de los municipios, y que el cuerpo de concejales que lo integran, tiene por función la elaboración de las ordenanzas que rigen las actividades de estos municipios y que no son alcanzadas por la legislación provincial o nacional (Art. 24 de la Ley Orgánica de las Municipalidades).
Ahora bien, el artículo 31 de la mencionada ley, establece la competencia que le cabe al cuerpo, en lo referido a la formulación y aprobación del presupuesto, consignando que todo desvío en la ejecución del mismo, requerirá la justificación pertinente por parte del Ejecutivo.
Y es aquí donde debemos detenernos. ¿Por qué? Porque durantelos últimos años venimos soportando la consabida retahíla de los concejales, quienes, cuando le presentan la rendición de cuentas para su aprobación, empiezan a poner palos en la rueda. Con razón sin dudas, pero tarde- “Después de muerto el burro, cebada al rabo”- decía mi padre. Y RECALCO LO DE “TARDE”, pues lo correcto, seria controlar el gasto público, antes que este se efectúe. Después no interesa. No pasa nada si no lo aprueban. Ni aquí, ni cuando es elevado al Tribunal de cuentas (Que no actúa por su condición de oficialista).
Otro tanto sucede con las licitaciones. ¿A quién se le ocurre autorizar la licitación de una unidad, sin entregar la usada? La respuesta es obvia: A los concejales de Carlos Tejedor, quienes no advierten o no quieren advertir, que cuando hay entrega de unidades usadas al comprar una nueva, “el resto no” es más complicado, y el negocio económico de “los oficialistas en el poder”, se frustra en parte, porque la cantidad de cometa que vuelve a caja, se reduce.
Y… ¿Qué decir de la lista de proveedores que solicitaron días pasados? Ídem. LTarde piaste. La Hubieran requerido antes.
La preparación para el ejercicio del cargo es la clave. Un concejal con conocimientos, sabe que hay una etapa de acciones previas, y que, como su nombre lo indica, estas anteceden a la puesta en marcha de los “medular”. NO SE PUEDE VOLVER ATRÁS SOBRE LO YA ACTUADO. LO HECHO, HECHO ESTA.
Planificaciones, es el remedio para la improvisación. A corto, mediano o largo plazo. Así las cosas saldrán mejor.
Podría dar muchos más ejemplos de la inoperancia e incompetencia de este cuerpo.
Prefiero el consejo sano, la advertencia oportuna, la exigencia ciudadana: ¡Trabajen!
¡Para eso les pagamos casi 10.000 pesos! No le teman al ejecutivo. Sean dignos de ostentar el poder que le hemos conferido. Respeten nuestro derecho a exigirles que ejerzan el cargo, con conocimiento de la legislación, responsabilidad y compromiso. Y aprendan de una vez por todas que “Hasta las cosas más pequeñas, se pueden hacer de la manera más grande” (Goethe).
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