Adelanto: EL TEJEDOR, la biografía novelada de Emilio Monzó

Resultado de imagen para emilio monzo intendente carlos tejedorLo vieron llorar por la televisión y se dijeron: “Sabíamos que el momento iba a llegar”. Pero no lo decían por el llanto, tampoco lo decían por los diputados de pie aplaudiéndolo.

Al Tejedor lo elogiaban propios y extraños, y todos en la Cámara de Diputados se pararon para aplaudirlo. El momento había llegado.

Cuatro años atrás la madre y el padre estaban en el palco cuando designaron al Tejedor como Presidente del cuerpo. Pero Gema, la mamá del Tejedor, hacía un año que había emprendido el gran viaje. A las pocas horas del entierro, el Tejedor cumplió con su deber y precedió una sesión, donde fue elogiado por su actitud, y también se le cayó alguna lágrima. El propio Tejedor le decía “Gema”.

Nueve años atrás, lejos de los elogios que ahora se veían por televisión, el Tejedor lloraba. No lloraba de emoción, lloraba de bronca, de impotencia y de tristeza. Lo habían traicionado: el Tejedor dejaba de tener poder formal en Tejedor. 

 

 

Más de 30 años atrás, no sabemos si el Tejedor lloraba, pero se

desataba una gran discusión con su padre porque el Tejedor iba a dejar de estudiar medicina.

 

“Sabíamos que el momento iba a llegar”. El momento había llegado, más elogios no podía tener, el Tejedor se había convertido en “el señor del consensos”. Pero el momento había llegado.

Una etapa terminaba y comenzaba el momento de ir por el sueño mayor: ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. El momento estaba llegando

Ésta es la historia de “el Tejedor”, el tejedorense que cumplió el sueño de ser Intendente de Carlos Tejedor, y que sueña con ser Gobernador de la Provincia de Buenos Aires

Capítulo 1: Sobre traciones y renacer de las cenizas…

“Traicionó todo señora Intendente”, había declarado en la radio varios años atrás.

Pero él también iba a ser acusado de traición. A él que había sido traicionado, y despojado de toda influencia en Tejedor.

Lo acusaba de traición por dejar en claro su postura frente a las tarifas. La “traidora” le quitó influencia en Tejedor, y Marcos Peña lo alejó de la mesa chica del Presidente de la Nación. Claro que se trata de niveles muy distintos ¿Habrá sentido lo mismo el Tejedor?

La traidora no podía hablar mal del Tejedor y decir lo que realmente pensaba. Algo parecido le pasaba a Peña, no podía decir nada: Monzó tenía razón…

Continúa…

 

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