Por el Dr. Juan José Prieto, Farmacéutico Nacional
Desde hace varios años el precio de los fármacos se ha transformado en un gran dilema; por un lado está la postura de no ajustar, aún más, la economía del consumidor, y por otro se erosiona notablemente la del Profesional Farmacéutico. Sin embargo, en las últimas semanas se reportaron aumentos en el precio de los remedios, y demás accesorios, necesarios para el tratamiento de nuestras afecciones.
Según un titular de Diario Clarín “los remedios subieron hasta un 50%”, en donde se destaca que cuidar la salud cuesta cada vez más, y no tiene que ver con las dietas o actividades físicas para mantenerse sanos, sino con los aumentos: en el último mes losmedicamentos subieron entre el 10% y el 50%.
Para obtener estos datos Clarín hizo una recorrida por farmacias de distintos barrios y registró el malestar de farmacéuticos y clientes, en donde constató que el incremento también llega a los guantes, jeringas, test de embarazos, bolsas para colostomía, tubos endotraqueales y bombas de infusión.
Por otra parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acusó a los empresarios del medicamento de tener “propensión a la inconducta”, por el aumento de los medicamentos, y los convocó a una reunión.
En contraposición, el COFyBCF (Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal) expuso datos exactos, donde indicaron que el aumento promedio de los 50 medicamentos más vendidos (que están en su mayoría dentro de la seguridad social: Pami, Obras Sociales y Prepagas), desde enero de 2013 hasta enero de 2014, es de un 21,22 %. A su vez, informaron que en los últimos 10 años han cerrado más de 1000 farmacias en CABA, en su mayoría PYMES, propiedad de farmacéuticos, justamente por la imposibilidad de afrontar el escenario económico actual (altos costos financieros y baja rentabilidad).
En lo que respecta a este punto, mi opinión es que estos ajustes son sumamente necesarios, y más aún si tenemos en cuenta que durante los años de gestión del ex Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, los aumentos eran en promedio del 14 o 15% anual (2012 y 2013 respectivamente). Esa foto económica era insostenible, más aún si se considera que el aumento de las paritarias fue del orden del 30%. Este escenario se explica con una ecuación muy simple: si el ajuste sobre el producto generador del dinero, que paga los sueldos de los empleados, es la mitad ¿cómo responden las Farmacias ante ese desfasaje?.
Como se deduce, el valor de los medicamentos tenía un marcado estancamiento en comparación con las subas de otros rubros, por lo que esto era previsible de que sucediera, con el objeto de poder sostener el funcionamiento, evitando de este modo profundizar la caída de la dinámica laboral y económica de la Farmacia.
Por otra parte, hay que recordar que las Farmacias no somos los formadores de los precios; los que determinan los valores de los remedios son los laboratorios productores, y ellos tampoco nos dan explicaciones sobre las modificaciones de los mismos, que se actualizan vía online y en forma diaria.
Es de público conocimiento que, en los últimos años, la pérdida de la rentabilidad de las Farmacias se ha acrecentado, y si analizamos profundamente su economía actual es fácil advertir que no pueden compensar, exclusivamente, con este aumento las pérdidas en sus ingresos genuinos, por lo que deberíamos tener presente otras situaciones, como es el caso de:
-reducir el aporte o las bonificaciones excesivas impuestas para sus prestaciones; como por ejemplo, lo que aportan a las principales obras sociales (IOMA y PAMI) que llega a ser de hasta un 16% de sus honorarios;
-el sueldo del empleado de farmacia, cuyo aumento ronda el 30%;
-los costos fijos de las farmacias que se incrementaron aún más;
-que se revierta la ilegalidad en la comercialización de medicamentos de alto costo;
-que verdaderamente se apliquen las leyes vigentes, como por ejemplo la Ley Nacional Nº 26.567 (norma que establece la venta de medicamentos solo en farmacias –incluidos los llamados de venta libre-);
-que somos un servicio público que no recibe ningún tipo de subsidios, y que además es castigado con impuestos excesivos.
En mi parecer, todos estos puntos son críticos, y resulta sumamente necesario enmendarlos a la hora de tratar de sostener la viabilidad de una red que le trae muchas ventajas a todo el sistema sanitario.
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar.