Tejedor en Clarín y La Nación: Se perdieron $26 millones de dólares por la sequía, solo por trigo y cebada

Los diarios Clarín y La Nación se hicieron eco de un informe de la Asociación Rural de Carlos Tejedor donde se da cuenta que las pérdidas, solo por trigo y cebada, ya cosechados, llegarían a U$D 26 millones
“Muy mal final para la producción de trigo y cebada en el partido de Carlos Tejedor, Buenos Aires”, se lee en Clarín.

A continuación el artículo de Clarin:
El informe elaborado por la Sociedad Rural de Carlos Tejedor calculó las pérdidas en la cosecha fina -trigo y cebada- por la sequía.
«como expusimos en notas anteriores las precipitaciones del ciclo pasado en Carlos Tejedor cerraron “en el promedio” de los últimos 100 años (850 mm), pero su distribución fue tan irregular (596 mm en los primeros 4 meses del año) que la sequía pego muy fuerte en la actividad agrícola-ganadera».
A continuación el mismo documento señala, «Los cultivos de fina como trigo y cebada, tuvieron “muy mal final”; no sólo varios lotes se dieron de baja (afectados por baja en las precipitaciones) sino, una helada del 9 de Octubre le dio el toque final a muchos lotes que venían con bajo desarrollo y expectativa de rinde».
Luego, tomando datos oficiales de la Secretaria de Agricultura de la Nación, el trabajo sostiene que la siembra de cebada fue de 14.931 hectáreas y de 24.360 hectáreas de trigo en el partido de Carlos Tejedor. En referencia al rinde promedio de cebada que es de 1.8 toneladas por hectárea y el de trigo que es de 1.81 tn/ha, comenta el informe que es entre 50 y 43% menos de los últimas 5 campañas respectivamente.
La producción en toneladas de ambos cultivos, fueron 16.166 tn de cebada y de 37.861 tn de trigo. Es decir, 101.670 tn menos que campaña anterior.
Afirma el informe “poniéndole valor a esta baja en la producción de trigo y cebada, dejan de ingresar 26 millones de dólares, que a tipo de cambio oficial son 5.600 millones de pesos, tan solo del partido de Carlos Tejedor. Lo que estamos viendo y registrando en los lotes de soja y maíz cosechados al momento del informe, sigue la misma tendencia de baja en los rindes, con muy mala calidad del grano».
El sector ganadero, sufre la baja en la producción de las pasturas perennes implantadas, y verdeos anuales (en muchos casos no se pudieron sembrar por la sequía actual), no se pudieron confeccionar reservas (sea rollos, fardos, silos de sorgo y maíz) para afrontar el invierno 2023. Y eso preocupa mucho.
El invierno que se nos aproxima, frente a este panorama, se presentará muy duro para el productor ganadero y lechero, ya que deberá optar por comprar comida más cara, o achicar su rodeo.
Esta disminución en la producción no sólo afecta de manera directa al productor agropecuario que se las rebuscará como pueda (la emergencia agropecuaria así como está no ayuda, requiere cambios de base), también afectará el trabajo que se derrama en la economía de los pueblos y ciudades del interior. Se verá afectada toda la cadena, es momento de ver esta lamentable situación que se nos viene durante el 2023 y 2024.
A los Estados, Municipal, Provincial y Nacional, a todos les corresponde hacer un ajuste, y no exigírselo a la sociedad, imperiosa necesidad de bajar el gasto público, y bajar la carga impositiva que asfixian al sector productivo, agro + pymes.
“Por eso queremos dejar expresada nuestra preocupación no solo desde lo productivo, sino también desde lo comercial para los próximos meses. Los pueblos y ciudades del interior del país, necesitan que la actividad agroindustrial siga siendo el motor», afirma el informe de la Sociedad Rural de Carlos Tejedor.

A continuación, el artículo de La Nación

En un pueblo bonaerense perdieron casi US$26 millones y vislumbran un escenario más crítico en los próximos meses
Según un informe de la Asociación Rural de Carlos Tejedor, ese impacto, que se observó con el trigo y la cebada ya cosechados, se potenciará con el maíz y la soja, que vienen con malos resultados

En medio del feroz impacto de la sequía, en el interior comenzaron a elaborarse informes que cuantifican la pérdida a nivel económico. En esa línea, acaba de conocerse un relevamiento de la Asociación Rural de Carlos Tejedor, un partido del noroeste bonaerense de más de 8000 habitantes. Allí, en base a datos oficiales, con el trigo y la cebada ya recolectados dejaron de ingresar casi US$26 millones.
En la región, considerando datos de la Secretaría de Agricultura de la Nación, la siembra de cebada fue de 14.931 hectáreas y la de trigo 24.360 hectáreas. La cebada rindió 1,8 toneladas por hectárea y el trigo 1,81 toneladas por hectárea, esto es entre 50 y 43% menos que las últimas cinco campañas, respectivamente. La producción de ambos cultivos se ubicó en 16.166 toneladas en cebada y 37.861 toneladas en trigo.
“Poniéndole valor a esta baja en la producción de trigo y cebada, dejan de ingresar 26 millones de dólares, que al tipo de cambio oficial son 5600 millones de pesos”, señaló el reporte realizado por la agrupación.
Desagregado por cultivos, el quebranto en el caso de la cebada fue de US$7.256.466 o el equivalente en pesos a $1.570.154.113. Según el reporte, además en trigo la pérdida trepó US$18.630.400 o $4.031.245.952.
Dante Garciandía, de la Asociación Rural de Carlos Tejedor, señaló a LA NACION que allí se recolectaron 101.000 toneladas menos. Y graficó el impacto que trasciende al campo: “Fueron 3300 viajes menos en camiones”.
El panorama no luce alentador en cuanto a los números de pérdida que puedan llegar a arrojar la soja y el maíz. “Lo que estamos viendo y registrando en los lotes de soja y maíz cosechados al momento del informe sigue la misma tendencia de baja en los rindes, con muy mala calidad del grano”, indicó la organización. Garciandía explicó que hay reducciones del 50% en el rendimiento.
En este contexto, en la organización pidieron que los ámbitos gubernamentales se ajusten y que esto no recaiga en la sociedad. “A los Estados municipal, provincial y nacional, a todos, les corresponde hacer un ajuste, y no exigírselo a la sociedad; imperiosa necesidad de bajar el gasto público y bajar la carga impositiva que asfixian al sector productivo”, dijeron.
“Esta disminución en la producción no sólo afecta de manera directa al productor agropecuario, que se las rebuscará como pueda (la emergencia agropecuaria así como está no ayuda, requiere cambios de base), también afectará el trabajo que se derrama en la economía de los pueblos y ciudades del interior. Se verá afectada toda la cadena; es momento de ver esta lamentable situación que se nos viene durante el 2023 y 2024″, indicaron.

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