Por Leonardo Guillermo Santos, Concejal del PJ-PFV del Distriro de Rivadavia
La demagogia, la falta de apego a las instituciones republicanas de gobierno y la especulación rapaz por parte de la variopinta alianza del Frente Renovador desato una intensa polémica por el anteproyecto de reforma del Código Penal. El Diputado Nacional Sergio Massa, siempre expectantes de encuestas y de marketing político, centro su aventura en falsos debates públicos, en la influencia de los climas de opinión para diseñar leyes siempre pendientes de la táctica política y de la manipulación de la ciudadanía más que en la discusión informada y plural.
Los que tenemos la inmensa responsabilidad de representar a la ciudadanía debemos tener como primera y fundamental condición respetar a ultranza nuestra Constitución Nacional. En su Art. 39 nuestra Carta Magna reza que “Los ciudadanos tienen elderecho de iniciativa para presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados. El Congreso deberá darles expreso tratamiento dentro del término de doce meses. El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, sancionará una ley reglamentaria que no podrá exigir más del tres por ciento del padrón electoral nacional, dentro del cual deberá contemplar una adecuada distribución territorial para suscribir la iniciativa. No serán objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal”.
La iniciativa popular en materia penal está prohibida conforme al último párrafo del artículo 39 de la Constitución nacional, de modo que la juntadera de firmas de Massa no es más que un acto demagógico y de campaña publicitaria electoralista. La prisión preventiva y las excarcelaciones son cuestiones que regulan los códigos procesales penales y no el Código Penal. Así fue siempre y seguirá siendo por imperio constitucional. Los códigos procesales son provinciales. Massa es diputado nacional y es bueno que sepa que sólo puede legislar en materia excarcelatoria para el Código Procesal federal, pero no para los delitos del orden común, que los juzgan las Justicias provinciales. La afirmación de que se hacen excarcelables todos los delitos significa, para el ciudadano que escucha, que cualquier sujeto que mató a toda la familia será indagado y que el juez lo puede mandar a la casa mientras se hace el proceso. Además, de que es una barbaridad, es una difamación que ofende a toda la República.
La Democracia debe basarse en la construcción permanente de ciudadanía para la realización de un Estado Republicano donde las Instituciones de Gobierno articulan con la sociedad los lineamientos políticos, económicos y sociales que nos conduzcan a una justa redistribución del ingreso con igualdad e inclusión. Debemos generar y fortalecer ciudadanía. Claramente este no es el camino que ha elegido el Frente Renovador. Han decidido el camino de las falacias y la manipulación de la opinión pública. ¿Cómo podemos discutir el contenido del Anteproyecto de Reforma si todavía no ha tomado estado parlamentario? ¿Acaso no es el Congreso de la Nación el lugar donde se debaten los proyectos que serán convertidos en Ley? ¿Cuál es el valor real que le da el Dip. Massa a la Democracia y a sus Instituciones? ¿Serán más importantes las encuestas, los estudios de televisión o las tapas de los diarios para el Massismo que el apego al Estado de Derecho? Interrogantes con múltiples respuestas.
El método es sencillo, influir desde la demagogia y en este caso del dolor, a la opinión pública para crear falsos debates. El resultado esperado es siempre el mismo, encuestas favorables que depositen a los candidatos en el poder. Intuyo que lo que efectivamente se pretende es despolitizar a la ciudadanía con argumentos tan banales como eficaces de que el nuevo código “abre las puertas de las cárceles o establece una puerta giratoria”. Ahondar en el menosprecio y descreimiento a la Constitución Nacional es iniciar el camino para una democracia virtual y autoritaria donde la ciudadanía se encuentre a merced de la desnudez del Neoliberalismo y del siempre todopoderoso mercado.
Subyace en esta puesta de escena demagógica un pensamiento autoritario atacando directamente la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos. Las cuestiones penales naturalmente deben estar separarlas de la coyuntura electoral, porque es un tema que se presta para ser usado demagógicamente. Indudablemente, el Massismo está embarcado en una campaña electoral presidencial donde no se rigen por códigos éticos y lamentable se pretende hacerlo de cualquier forma y a cualquier precio.
Sus seguidores expresan que “Sergio Massa escucha a la gente y dice lo que ellos quieren oír”. Justamente el problema mayor radica ahí, el dirigente cabal debe combinar la búsqueda de popularidad con el acatamiento de la Constitución y de los derechos humanos. ¿Qué haría Massa si “la gente” pidiera deportaciones a ciudadanos de países hermanos a los que cierto imaginario asocia con determinados delitos? La respuesta imaginaria y virtual orilla la discriminación y linda con el chauvinismo racial.
Por el oeste bonaerense el Dip. Nacional Gilberto Alegre y armador político de Frente Renovador a nivel local afirmo que “lo que están discutiendo es el bronce” y que “Cristina quiere irse como la codificadora” y “Zaffaroni quiere ser el gran autor para desfilar por el mundo”. Asegura el siempre reciclado Alegre “Nos quieren llevar a una discusión intelectual para enfrentarnos a Zaffaroni o Arslanian, pero nuestro pueblo no tiene voto calificado, nuestra democracia plantea una persona, un voto y el de ellos no vale más que el de cualquiera de nosotros. Las ideas de Zaffaroni pueden ser muy plausibles para él, pero no para la sociedad”. Que ciudadano puede dudar de la idoneidad de los penalistas Ricardo Gil Lavedra y León Arslanian. Gil Lavedra y Arslanian llevaron adelante el histórico Juicio a las juntas Militares condenando a Videla y Massera cuando todavía tenían un inmenso poder. Eso no fue un ejercicio teórico de justicia sino jugarse el pellejo por la ley, por el estado de derecho y por la democracia. ¿Pensaran lo mismo los referentes locales del Frente Renovador?
¿Irresponsabilidad de un dirigente? o ¿ingeniería política y mediática para especular políticamente ¿ambas? ¿Es alguien tan irresponsable para poner en tela de juicio a todos los integrantes de una Comisión por el simple hecho de que Massa no la integre?
Se trata perspicazmente de evitar de antemano lo que pueda llegar a debatir en el recinto. La ingeniería política, aunque carente de argumentos válidos, se sustenta en la acción de los medios opositores, que quieren mostrar que un grupo oficialista o que responde al gobierno (cosa que no es cierta porque la Comisión está integrada por plurales fuerzas políticas), hacen en forma oculta UN NUEVO CÓDIGO PENAL y que este oscurantismo está referido a cambios donde al parecer, da lugar a que los asesinos entren y salgan de la cárcel con cumplir sólo la promesa de no volver a asesinar. Nada de eso. Es lamentable que pretendan dirigir la política y los cambios trascendentes (la codificación de un Código Penal que tiene más de 100 años) del país desde la mentira y el engaño sólo para posicionarse ante la ciudadanía. La sociedad necesita discusiones positivas que den respuestas a los problemas, y que las estructuras normativas contemplen esas necesidades. No se puede andar poniendo penas y castigos a los cachetazos como acostumbra Graciela Camaño. Hay que ser serios, la discusión correspondiente deberá darse en el Congreso de la Nación y no en la tapa de los diarios. Es ahí donde la sociedad interesada podrá observar y pensar sobre el tema con herramientas válidas. Desprestigiar al trabajo que se viene realizando con respecto a la Reforma del Código Penal, es cerrar de antemano la discusión, cargarla de sentido común y dogmas para que nada sea discutido, algo que Massa y sus amigos neoliberales deberán discutir en el recinto ante la mirada de la ciudadanía demostrando el compromiso con el pueblo soberano. Quien no haya leído las más de 500 páginas del Anteproyecto difícilmente pueda tener fundamentos sólidos para estar a favor o en contra de lo que se pretende cambiar. Es a todas luces repudiable el hecho de pretender hacer política violando nuestra Constitución Nacional.
De estos ejercicios demagógicos de los siempre «reciclados renovadores» la democracia debe inmunizarse. Estos adalides del libre mercado que pretenden volver al Estado neoliberal y al capitalismo salvaje prometian cambiar la manera de hacer política. Claramente lo están haciendo, están volviendo a formas repudiables carentes de contenido político. Han demostrado un total desprecio por las Instituciones de la República y las formas de construcción democrática representando al poder por el poder mismo. Se subestima continuamente al Pueblo cuando se los define peyorativamente como «la gente», somos CIUDADANOS con derechos y obligaciones. Empecemos por honrar y respetar a nuestra Democracia, a la República y a la ciudadanía para luego empezar a discutir con seriedad y responsabilidad los problemas de los Argentinos. El fin no justifica los medios.
Luis Guillermo Santos
Concejal PJ-FpV
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