Por el Dr. Juan José Prieto, Farmacéutico Nacional
El precio de los fármacos, las paritarias, el incumplimiento de las leyes vigentes, las excesivas bonificaciones y la inestabilidad económica de las farmacias se han transformado en la temática central del sector Farmacéutico Argentino.
En Argentina, el precio de los fármacos se ha transformado en una gran controversia; por un lado está la postura de no ajustar, aún más, la economía del consumidor y por otro se erosiona notablemente la
del Profesional Farmacéutico.
Vale aclarar, que el precio de los medicamentos son una consecuencia de los delineamientos directos de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, a cargo del Licenciado en Economía Guillermo Moreno, quien viene desarrollando estas funciones desde el gobierno de Néstor Kirchner, esposo de la actual Presidente Cristina Fernández.
Para el corriente año los porcentajes de aumentos serán aplicados en tres segmentos escalonados y a razón de un 2 o 3%; para el primer ajuste, ocurrido a fines de abril del presente, tuvo un promedio poco superior al 4%.
En 2012, los ajustes totales resultaron en incrementos promedios que alcanzaron a un 14%, mientras que para 2013 el crecimiento total de precios de los Medicamentos será de hasta el quince por ciento (15%).
Las pautas de precios fueron dictadas sobre la base de tres categorías de productos, a saber:
*.-masivos: son los medicamentos de alta rotación, en donde el incremento será de solo el 2,5%;
*.-especiales y/o selectivos será del 4,5%, y
*.-Premium: son los medicamentos de baja rotación y alto costo; para estos no se sobrepasará, en ningún caso, el 6%.
Por lo tanto, es muy evidente que los aumentos son muy reducidos y estarán muy por debajo de los índices inflacionarios e incrementos salariales dispuestos para este año (alrededor del 30%).
Como se desprende, los pacientes/consumidores no tienen por qué preocuparse ya que no impactará de manera importante en su economía; a su vez, para el caso de los Jubilados y Pensionados (PAMI), uno de los grupos etarios más vulnerables, seguirán vigentes todos los planes, a saber:
*.-Ambulatorio: que incluye varios descuentos (50, 60, 70 y 80%) de acuerdo a la patología del paciente;
*.-Resolución 337/05: con descuentos del 100% hasta un máximo de 5 productos por paciente;
*.-tratamientos especiales y al 100% (oncología, HIV, Trasplante, etc.);
*.-PAMI Pañales, sistema impuesto en 2010 y que incluye la provisión totalmente gratuita de apósitos y pañales para casos de incontinencia;
*.-Vacunación contra la Influenza o gripe, iniciada en 2009 y realizada gratuitamente e ininterrumpidamente hasta la fecha.
De todo esto se deduce que los pacientes no se verán afectados por estos pequeños incrementos.
Por otro lado, para el caso de las farmacias quienes no son las fijadoras del precio del medicamento, tal actualización es necesaria para poder sostener su funcionamiento, evitando de este modo profundizar la caída de su dinámica laboral y económica.
Recordemos, que la Farmacia argentina viene siendo agredida desde décadas pasadas, destacándose la desregulación económica impuesta, en 1991, por el ex Ministro de Economía Dr. Domingo Felipe Cavallo, durante el mandato del ex Presidente Dr. Carlos Menem, convirtiendo al medicamento en una simple mercancía que se lo podía adquirir en cualquier comercio (almacén, supermercado, kiosco, poli rubro, etc.), una decisión equivocada que trajo enormes problemas al sistema sanitario en su conjunto.
En la actualidad, esta pérdida de rentabilidad se ha acrecentado y si analizamos profundamente la economía actual de las farmacias argentinas es fácil advertir que no pueden compensar, exclusivamente, con este aumento las pérdidas en sus ingresos genuinos, por lo que deberíamos tener presente otras situaciones, como es el caso de:
*.-reducir el aporte o las bonificaciones excesivas impuestas para sus prestaciones; como por ejemplo, lo que aportan a las principales obras sociales (IOMA y PAMI) que llega a ser de hasta un 16% de sus honorarios;
*.-el sueldo del empleado de farmacia, cuyo aumento para este año será del 30%;
*.-los costos fijos de las farmacias que se incrementaron aún más;
*.-que se revierta la ilegalidad en la comercialización de medicamentos de alto costo;
*.-que se apliquen las leyes vigentes, como por ejemplo la Ley Nacional Nº 26.567 (norma que establece la venta de medicamentos solo en farmacias –incluidos los llamados de venta libre-);
*.-que somos un servicio público que no recibe ningún tipo de subsidios y que además es castigado con impuestos excesivos.
En mi opinión, todos estos puntos son críticos, y resulta sumamente necesario enmendarlos a la hora de tratar de sostener la viabilidad de la red; pero también debemos comenzar a ser autocríticos, y como profesionales deberíamos aprender, definitivamente, a trabajar mancomunadamente en lograr una mayor unidad gremial, que nos haga lo suficientemente fuertes como para conseguir lo que legítimamente nos corresponde. En este sentido, destaco la actitud e intención de la actual dirigencia de la Farmacia Argentina quien decidió la reciente marcha y suspensión total del servicio, transformándose en un gran paso en pos de lograr una mayor unidad del sector.
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