¿POBRES O RICOS?.- Por Esteban Molina. Concejal.
A más de dos meses de la Asunción del nuevo Gobierno Municipal, deberíamos tener al menos un atisbo de lo que se pretende realizar en nuestro Distrito en los próximos cuatro años. Pero hasta la fecha, lo único que hemos escuchado de los principales responsables de la nueva conducción, han sido razones o argumentos que intentan justificar las propias fallas. Hay un esfuerzo visible de los funcionarios entrantes en intentar sostener la excusa perfecta, y de esta manera sacarse de los hombros la responsabilidad por una gestión que hasta la fecha no se sabe hacia donde quiere ir.
El presupuesto Municipal para el año 2020 ha sido aprobado tal cual fue enviado por el Ejecutivo Municipal. El mismo asciende a $ 558.917.956,18, es decir,
casi quinientos cincuenta y nueve millones de pesos. El aumento de tasas (que ha sido considerable para el sector rural) ha sido aprobado también con los incrementos propuestos por el Departamento Ejecutivo. Es decir, el Municipio tiene aprobadas todas las herramientas económicas para llevar adelante la gestión que a la población oportunamente le propuso. Ya lo había manifestado Baglini en su famoso teorema “Cuanto más se acerca un político al poder más se aleja del cumplimiento de sus promesas de campaña”.
Tenemos que saber que nuestro Distrito es privilegiado. Somos el cuarto Municipio de la región con mayor presupuesto per capita. Nuestro Distrito tiene para gastar aproximadamente $ 47.632 por habitante, este número surge de dividir el presupuesto aprobado por la cantidad de habitantes que tiene cada Municipio. El nuestro solo es superado por América, Trenque Lauquen y Villegas. Es decir, que la economía no debería ser un problema mayor para nosotros.
Para que el lector tenga una referencia, por ejemplo Bahía Blanca dispondrá para gastar de unos $ 29.700 por habitante. Mar del Plata ronda los $ 25.500; Junín $ 23.350; Pergamino $ 20.550; en La Plata habrá sólo $18.764 por habitante; y para poner ejemplos cercanos al nuestro Carlos Casares $ 39.165 y Pehuajó $ 37.900. Y así podemos seguir. Todo esto nos da la referencia de donde estamos parados, y de cuanto es el dinero que como Distrito tenemos para afrontar nuestras obligaciones.
El reflejo de estos números, que deben ser conocidos por la sociedad, intentan poner blanco sobre negro en esta cuestión que ha sido hartamente debatida. Ya le ha dado casi tres meses de aire a la nueva gestión el argumento de la deuda. Con todas las herramientas económicas aprobadas (presupuesto y fiscal e impositiva) ya deberían comenzar a verse resultados.
Seguramente estas líneas serán contestadas por algún o algunos funcionarios Municipales apelando a la ya desgastada excusa. Entendemos que es sano que estos datos económicos también sean conocidos por los despedidos recientemente, por los proveedores del Municipio, y por la sociedad toda.
Esta reflexión no pretende abrir un nuevo foco de discusión sino todo lo contrario. Desde el lugar de representantes de la sociedad debemos plantear las cosas tal y como son. Debemos luchar para que los Gobiernos asuman la disciplina de trabajar con arreglo al mediano y largo plazo. Con su mirada puesta en el presente, pero también en el futuro; dejando al costado el recurrente argumento de querer mostrarnos constantemente el pasado.
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