«Cosas buenas del hospital hay un montón. Está gestión me trajo a mí. Al principio el sueldo era medio bajo, porque yo quería probar si se podían hacer las cosas que yo quería acá(…)Después pedí un ecógrafo y el laparoscopio, eso lo trajeron», expresó el Dr. Adrián Mendoza en una reunión con personas que se movilizaron para reclamar la permanencia del cirujano.
Luego agregó: «Después pedí que reacondicionaran el área quirúrgica, quedó hermoso. Falta un pequeño detalle… la guillotina (.) La guillotina del proyecto original falta (…) Materiales en el quirófano me sobran. No sé cuántos hospitales de 8000 habitantes tienen un
arco en C. Tampoco estoy seguro si la gente tiene idea que es un arco en C. Tampoco que hubo que comprar prácticamente un laparoscopio nuevo por los reiterados «accidentes inexplicables» roturas de cosas imposibles no relacionados al acto quirúrgico en sí».
Contó otros logros, quizás no muy promocionados: «Hicimos una jornada de múltiples disciplinas dentro de cirugía, vinieron los mejores cirujanos. El polivalente estaba lleno, el 90 % era gente de afuera». Aseguró que tres semanas antes con su auto fue a invitar a sus colegas de la zona. «Cinco de los temas que se dieron fueron presentando dos meses antes del Congreso de Cirugía, se presentó acá en Tejedor, No lo hice yo solo, lo presente en la Municipalidad y lo armaron», aclaró.
Al otro año hicieron una Jornada de Trauma, y el Curso Anual de Trauma de la Asociación Argentina de Cirugía que los habilitaba para rendir el ATLS ,un curso del Colegio Americano de Cirujanos . «Ese curso es de nivel internacional, en el país tuvo cinco sedes y una de esas fue Carlos Tejedor», enfatizó Mendoza.
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