Por Carola Urdangarín
El jueves 3 de enero a las 19.30 horas el colectivo feminista tejedorense convocaba a una concentración en la plaza principal para marchar contra los abusos cometidos por Nicolás *******, un joven de la ciudad.
La última denuncia fue hecha por Julieta *****, de 15 años, que después de algunas semanas se animó a contarle a su familia que había sido víctima de abuso sexual seguido poramenazas por parte de ese hombre, que una noche, cuando volvía a su casa, la tocó y la amenazó de muerte en caso de que hable con alguien sobre lo que había pasado.
Casi de casualidad, su papá -el tejedorense Mario ******- la escuchó llorar y, después de insistirle, logró saber del abuso del que había sido víctima.
A la convocatoria asistieron casi 100 personas, con carteles contra la violencia machista. Allí, dieron una vuelta a la Plaza principal y se concentraron en la esquina del Banco Provincia en una ronda grande para escuchar el documento que escribió el colectivo y leyó Carolina Chora.
“Nos convoca un intento de violación. Es inseguridad? No, es violencia machista”, empezaba el texto. Además, ponía el foco en la necesidad de dejar de alertar a las jovenes, adolescentes y mujeres sobre los “peligros” de salir solas a la calle, usar cierto tipo de ropa, o hacer determinadas actividades, y empezar a enseñar en cada casa a los hombres de todas las edades a no violar, desterrando pequeñas actitudes machistas de la crianza.
También insistieron en que Tejedor no puede mirar para otro lado: “Si no nos formamos para cambiar lo que nadie quiere cambiar, seremos -y lo lamentamos en el día de su aniversario- un pueblo cómplice, que deja a sus pibas a la merced de un machismo que mata una mujer cada 18 horas en todo el país”. Sobre el final, exigieron una “Justicia justa, Educación Sexual Integral en las escuelas del distrito y menos machos”. Ahora -concuyeron- “el miedo lo tienen los violentos”.
En la marcha, diferentes mujeres que no participaron de la organización y asistieron de manera genuina, expresaron lo que sentían y fueron muy aplaudidas por los asistentes. El colectivo feminista del distrito puso a disposición de las víctimas un espacio para contar sus historias de manera anónima y compartir actividades contra la violencia machista. Crearon para eso un usuario de Twitter (@oidofeminista) y una página de Facebook (Oído Feminista) y compartieron ahí las historias que fueron llegando, además de imágenes informativas sobre la violencia económica, psicológica, física y sexual.
En la mañana del viernes, Mario ***** fue recibido por el Intendente tras un pedido de audiencia, y fue acompañado por una militante del colectivo. Ambos le pidieron por políticas para prevenir y erradicar la violencia machista en el territorio que gobierna. Sala se mostró abierto a recibir proyectos que puedan aportar en ese sentido y reconoció: “Siento que perdí tres años sin hacer algo sobre el tema”. Acordó trabajar con el movimiento “Oído Feminista” en la concreción de proyectos que queden como políticas públicas al fin de su mandato.
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