Tejedor no es Aracataca, pero muchas de las cosas que suceden tienden a parecérsele de una manera, casi, providencial. Contarle algunos hechos que suceden en el distrito a una persona foránea, es como contarles hechos dignos del realismo mágico, ¿Se le podría haber ocurrido algo parecido a García Márquez?
En concreto: continúan los cortes de agua, pero ahora no hace calor, y hubo un único corte de luz por 20 minutos (esta última una de las principales causa esgrimidas desde ABSA por la falta del vital servicio). El humor (o mal humor) de los vecinos va en ascenso, aseguran estar cansados de las mentiras: “Primero era por los cortes de luz, pero ahora no hay. Y ahora me dicen que es mi instalación. Jamás me faltó agua hasta este verano. Por favor…”.
Cuando al comienzo de este artículo nos referimos a Aracata, la ciudad en que inspiró a García Marquez para crear “Macondo” donde transcurre “100 años de soledad”, lo mencionamos por varios motivos, pero hay uno que
es digno del realismo mágico:
En Tejedor se instaló una planta de ósmosis inversa que costó, según información oficial, $500.000 (en su Facebook la Intendente destacó que la inversión ronda el $1.000.000), con la nueva “instalación” se iban a producir 20 m3 de agua adicional. Pero, aparentemente era demasiado “grande” para Tejedor y la habrían llevado para otra ciudad, y trajeron una más chica a la planta local.
Nadie desmiente la información. No hemos logrado hablar con el Jefe de Absa (que ya habría regresado de sus vacaciones). Pero basta con que se permita ver la máquina, y comparar con las fotos de la inauguración.
Aún no se conoce que respuesta le dio el Presidente de OCEBA, Dr. Jorge Arce, a la Intendente ante los planteos realizados por la situación de crisis eléctrica. A una semana de ese llamado, no estaría mal que la Jefa Comunal se reúna con los responsables de ABSA, y que llame a quien corresponda.
De hecho, podría llamar a quienes agradeció por Facebook cuando se instaló la planta que después se habrían llevado trayendo una más chica: “Quiero destacar el compromiso de ABSA para resolver la problemática de la falta de agua en la ciudad de Carlos Tejedor, mediante una fuerte inversión en recursos humanos y también financieros, ya que el total de la obra supera el millón de pesos. Finalmente, agradecer al Gobernador Daniel Scioli, al Presidente de ABSA Guillermo Sacarcella, al Ing. Flavio Seiano, al responsable de ABSA en nuestro distrito Hugo Rodríguez, y a todo el equipo de trabajo por esta obra que sin dudas transformará la calidad de vida de todos los vecinos de Carlos Tejedor”.
Y que quede claro algo, si no atienden los teléfonos la información no se puede confirmar (incluye al Ejecutivo y funcionarios, como a ABSA)
Basta de indignarnos y veamos que sucede en Macando:
“El Macondo mitológico está sometido a la ley de los extremos pluviales. Allí no llueve durante meses, cosa grave para una comunidad regida por la producción de bananas, o bien la lluvia es diluvio, argumento perfecto para la ley marcial por si “fuera necesario aplicar medidas de emergencia para la calamidad pública del aguacero interminable”. Y esto origina otros hechos fabulosos, como el mediodía en que “hubo tanto calor que los pájaros desorientados se estrellaban como perdigones contra las paredes y rompían las mallas metálicas de las ventanas para morirse en los dormitorios”, se lee en un artículo de Matilde Sánchez que publica Clarín.
Eso es ficción, pero la realidad es lamentable, casi o más que en Tejedor:
“Una de las paradojas de la Aracataca real es que, estando rodeada de ciénagas y ríos, siempre dependió de la construcción de un acueducto. No se trata de realismo mágico sino, digamos, de ese habitual anti–milagro llamado corrupción. El proyecto fue emprendido y fracasó seis veces. Hasta hace poco llegaban cuatro horas de agua cruda semanales, es decir, agua no potable; luego el servicio se extendió hasta doce horas. Pero recién en marzo cantarán al fin las canillas”, agrega Sánchez.
No estamos diciendo que haya corrupción, pero por lo menos permitannos dudar que “alguien” miente: se invirtieron $1.000.000 y es la peor crisis de agua potable de la historia tejedorense desde la instalación de la planta ¿Por qué sucede eso? ¿Se invirtió ese dinero? ¿Se inviritó mal? ¿O acaso no se terminó de invertir, y “sólo” se “gastaron” $500.000?. Ahora ya saben lo que le íbamos a preguntar, ahora pueden contestar el teléfono y responder.
Como en el mejor de los realismos mágicos: en Tejedor hay cloacas, pero no agua. Y muchos mejor es oír decir “no son todos”. POR FAVOR!!!
Tras “100 años de soledad”, a partir de Marzo, Aracataca tendrá agua. ¿Faltará mucho para que eso suceda en Tejedor?
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