YO SOY 100% BILARDISTA…

Por Mario BAIGORRIA (Procurador, Abogado y Escribano por la Universidad Nacional de La Plata).

En primer lugar agradezco el espacio que me brinda ésta importante iniciativa. La idea es renovar esta columna de opinión de cada entre 10 a 15 días aproximadamente; en ella trataré y analizaré desde mi óptica temas legales, políticos, internacionales, sociales y todo lo que crea que merezca atención o análisis. Y como no quiero cansar con la introducción voy directo al tema: hoy una de mis pasiones, el deporte más lindo inventado hasta ahora, el fútbol.

Y de movida declaro: SEÑORES… MI SANGRE ES BILARDISTA.

 El Dr. Carlos Salvador BILARDO es la cabeza visible de una Escuela Futbolística que representa a cabalidad al fútbol argentino y que hecha sus raíces fundamentales el Club Estudiantes de La Plata. Hay están los resultados que a nosotros tanto nos gustan y a “la cátedra” no. Participó como Director Técnico en dos mundiales (México 1986 e Italia 1990) obteniendo los títulos de “CAMPEÓN DEL MUNDO” y “SUBCAMPEÓN DEL MUNDO”, a mas de los logros que cosechó como jugador el Club Estudiantes de La Plata, 3 Copas Libertadores de América, 1 Campeonato del Mundo de Clubes, dando la vuelta olímpica en el mítico Estadio del Club Manchester United, Old Strafford, a más de los títulos locales, y de la mano de otro recordado Maestro: Osvaldo Zubeldía.

Pero mas allá de los resultados lo voy a defender al Maestro de la crítica envidiosa y que en nada contribuye al desarrollo del fútbol nuestro. Lo critican diciendo: “Bilardo es defensivo” ¡Que defensivo viejo!, si cada vez que jugó contra un equipo campeón del mundo en los dos mundiales les ganó: le derrotó a Italia, a Uruguay, a Inglaterra, a Alemania, y a Brasil, si a Brasil con aquel golazo de Claudio Paúl “Pájaro” Caniggia, y les recuerdo que en México nuestra selección convirtió mas goles que la del 78 y jugando todos los partidos a las 12 del día con 40 grados de calor en el campo de juego, mientras que los “acomodados de siempre” jugaban de noche. ¿¿¿Y a todos esos equipos se les puede ganar siendo “defensivos”???

Otra crítica envidiosa: “Bilardo salió campeón porque lo tenía a Maradona” También les recuerdo a quienes eso dicen que la selección de España 1982 para mi gusto en nombres fue la mejor de todas, pero solo eso, y allí contaron con Maradona a los 21 años y ¿¿¿que hicieron??? Los brasileros lo tuvieron a Pelé pero “la cátedra” nada dice, ¿y que? Vamos a desmerecer los triunfos de nuestros vecinos porque contaban con él: para nada, Pelé estaba ahí, jugó y salieron campeones, y allí nadie se rasga las vestiduras. ¿Acaso en Sudáfrica 2010 Messi no llegó con el rótulo de “Mejor Jugador del Mundo”? No es tener solo buenos jugadores: EL FÚTBOL, MAL QUE LES PESE A MUCHOS, SE JUEGA EN EQUIPO, ES UN JUEGO COLECTIVO, DE MUTUAS SOLIDARIDADES. Pero claro, el Maestro Inspirador Dr. Carlos Salvador BILARDO no necesita defensores, no estoy haciendo su enconada defensa, solo que a todo esto lo vengo diciendo desde hace años y así lo quería escribir. Y les cuento otra cosa: hay un recordado partido entre Estudiantes y Vélez que jugaron aproximadamente medio tiempo en el Estadio Albirojo y que era definitorio para el campeonato Metropolitano 1982, al que me llevó mi amigo Juan Antonio “Taca” Borrego. El Técnico de ese equipo era Bilardo que tiempo después se fue a la selección nacional, y allí estaban el Tata Brown, Marcelo Trobbiani, Miguel Russo, el Bocha Ponce, Alejandro Sabella,… Ese día mi cabeza explotó: vi un juego armónico y solidario, pero a la vez bello y sutil, con Vélez sin poder salir del área grande. Me acuerdo que cuando tenían la pelota Alejandro “Pachorra” Sabella y tocaba con Marcelo Trobbiani o con la zurda magistral del José “Bocha” Ponce el estadio se venía abajo. Reitero: ese día empecé a amar ese estilo de juego y cuando en 1986 el gobierno de turno lo quiso sacar a Bilardo de la conducción del seleccionado, copamos la cancha; en esa jornada el pincharrata jugaba contra Huracán de Parque Patricios y también recuerdo que perdió 1 a 0 siendo la figura Claudio “el Turco” García pero ¡que importaba! si después cuando terminó el partido copamos la ciudad gritando por el Maestro Inspirador de las mas grandes emociones del fútbol argentino y después no lo pudieron echar.

Y para terminar: el fútbol argentino tiene una fecha bisagra y es el día 12 de agosto de 1984. Ese día Argentina jugó contra Alemania en Dusseldorf y yo les aseguró que nunca había visto jugar a un equipo así: desparramó por el verde césped magia pura, plasticidad, dinámica, solidaridad, variantes tácticas, estrategia definida, mas magia y le ganamos a los alemanes allá, en su propia tierra, por 3 a 1: fue una paliza y la selección de Bilardo formó con Pumpido; Brown, Trossero, y Garré; Russo, Ponce, Giusti, Trobbiani, Burruchaga, y Bochini; Gareca. ¡Que defensivo con Ponce, Trobbiani, Burruchaga, Bochini y Gareca en la formación inicial y de visitante! Considero que el video de este partido debería enseñarse en todas las escuelas de fútbol del país y concentraciones de equipos de primera y no exagero. Esa helada noche el fútbol argentino dio vuelta una página importante al lograr concretarse una idea de juego que respeta los dos principales momentos del juego: el defenderse y el atacar, y que sabe como hacerlo: no se nos va a caer ningún anillo dorado cuando haya que defender, y cuando ataquemos no nos vamos a exponer para que nos coman de contra. Esa es una enseñanza magistral que todavía algunos no han aprendido.

Desde el año 1990 en que se abandonó nuestra Escuela Futbolística la selección no solo que no ha ganado nada sino que su juego ha retrocedido en todos los conceptos por lo menos 40 años. Saquen ustedes las conclusiones del porqué pasa esto teniendo tan grandes individualidades… ¿O será que hace falta algo más para formar un equipo campeón o que pretenda serlo? Yo cada vez que escucho que los jugadores dicen frases como “el resultado no importa, vamos a ser protagonistas, lo que importa es jugar bien, el rival no importa, vamos a mirar el arco de enfrente, somos ofensivos,” y cosas por el estilo digo: “bueno… otra vez afuera del mundial sin ganar nada” y hasta ahora vengo acertando mientras el viejo cassette para quedar bien no se con quien se repite una y otra vez. Y ahí está el Maestro Inspirador, confinado en la platea y de traje mandado por alguno en gravísimo error por parte de sus perseguidores, contemplando los sucesivos juegos aburridos y perdidosos de la selección con la humildad de siempre, aquella que de su mano nos llevó a la gloria una tarde de intenso calor en México 1986.