Tejedor está sucio y feo: Ni el Municipio, ni el frentista cortan el pasto

Hay que ser claro y reconocerlo para luego poder buscar una solución: Tejedor no está lindo, todo lo contrario sucio y feo. Pocos en el oficialismo lo reconocen abiertamente.

Una de las principales razones puede llegar a ser el hecho de que el Municipio ha decidido  dejar de cortar el pasto de las veredas de los vecinos, y ahora deben hacerse cargo los frentistas. Se puede discutir qué correspondía y qué no, pero hay una cuestión cultural donde varios vecinos se acostumbraron a que lo haga el Municipio. Y lo cultural no se cambia ni por decreto, ni de un día para otro.

Los Concejales de todos los bloques tomaron la decisión de permitir que el Municipio cuando el pastó este largo cobre una multa a los frentistas, les corte el pasto y le cobre trabajo. Es decir que quien no mantenga su frente en condiciones deberá pagar doble: la multa y el trabajo.

 

Hasta donde pudo averiguar TEJEDOR NOTICIAS, el Municipio no ha enviado ni

siquiera una nota invitando a los frentistas a mantener el pasto en condiciones, ni que hablar de una intimación para que lo hagan previo a la multa. Mientras tanto pasaron los feriados largos, con varias personas de visita en Tejedor y el comentario fue casi siempre: “Tejedor está abandonado”.

 

En medio de la actual situación económica, la decisión de no querer cobrar una multa parece razonable. El mínimo que se cobra para cortar el pasto parte de los $250.

«Los Consejeros Escolares en lugar de organizar ciclos de cine podrían ponerse en contacto con el Municipio y gestionar que el pasto de las escuelas lo corten empleados municipales», se esuchó decir. En algunas escuelas con todo lo que se cobra de Cooperadora no llegan a cubrir el costo que tiene pagarle a una persona para que corte el pasto.

Pero el Municipio debería hacer algo para que Tejedor esté más limpio y lindo. Lo que se propone es un cambio cultural y eso no se logra de un día para el otro
Algunos integrantes de la oposición destacan que lo que sucede es que los funcionarios no tienen puesta la camiseta de la gestión a la que pertenecen, y ni se preocupan por lo crecido que está el pasto a metros de cualquier punto de la plaza.

Quizás lleguen las heladas y el pasto deje de ser un problema, pero ¿Qué se va a hacer en primavera?

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