#Sala100Días: Varias promesas cumplidas, algunos sabores amargos y la expectativa por lo que falta

A cada una de las medidas que tomó Sala se le puede tomar un correlato negativo. Pero hay algo que no se puede negar cumplió su palabra en varios aspectos: ni  bien asumió aumentó el salario de los municipales  (es verdad que hay MUCHOS municipales que aún hoy no saben cuánto van a cobrar, tras tres meses de Sala. Este mes no debería haber problemas o “alguna cabeza tiene que rodar”), hubo fiesta del pueblo, consiguió médico para Curarú, anunció becas para quienes cumplan requisitos, creo la Secretaria de Seguridad, tomó empleados por concurso,  entre otras medidas.

Pedirle obras concretas a tres meses es una locura, mucho más cuando durante el último año de Gianini se hizo poco y nada por fuera de lo educativo.

 

Pero quizá, lo más destacable sea la atención a la gente, nadie que haya

querido hablar con el Intendente o Secretario de Gobierno se fue sin ser recibido (y si fue así nos avisan). Con casi todos los funcionarios la situación es parecida.

 

Casi todos los empleados resaltan que los tratan mejor, y que hay otro clima, pero claro nadie puede estar felíz cuando no sabe cuánto va a cobrar a fin de mes. (Hay al menos 30 empleados que vienen cobrando distinto desde que asumió Sala, no sabemos si lo sabe el Intendente porque recién terminamos de conversar con varios,  pero algo se tiene que hacer).

El principal sabor amargo fue para los despedidos, algunos de ellos que trabajaban; se les dio demasiado poder a los jefes de área.

El gran sabor amargo fue para el campo, un aumento importante en la tasa vial, y fue peor para los más chicos porque la suba fue mayor. Tuvo un blindaje de Federación Agraria, donde se votó no sacar una carta diciendo que no estaban de acuerdo con la medida.

Y volvemos a decirlo porque algo se tiene que hacer: algunos empleados vienen cobrando muy distinto. Algo hay que hacer (Y no sólo son los médicos).

Tampoco se puede obviar la conferencia de prensa de Battiista por el despido de Toledo, la líquidó con palabras claras: la denuncia que realizaría por irregularidades.

Por su puesto que no se puede dejar de mencionar el paro de los recolectores de residuos, que oculta otro tema: la queja por los sueldos, y respuestas que no ayudan al diálogo (Respuestas que tienen implícitas la frase  “sino te gusta te podés ir). Para decirlo simple, supuesta soberbia de algunos funcionarios.

También en la UCR hubo quejas: el PRO se estaría quedando con los pocos empleos que surgen en el Municipio. Pero en el PRO sostienen lo contrario que la UCR se queda con todo. El Intendente habría tomado la decisión más sana: concurso para ingresar a cualquier dependencia municipal. De esa manera no solo se valora el estudio, sino que se elimina el maldito dedo político. SIN DUDA, LA MEJOR MEDIDA DE SALA (que hay que mejorarla para que no haya avivadas, y cada convocatoria sea distinta).

Hay otra característica fundamental: El Intendente escucha, y no se casa con nadie.

¿La peor medida?: Despido de empleados que no eran ñoquis dando y disminuir la segmentación de la tasa vial

¿Le mejor medida? Más que el aumento del sueldo, la decisión de que sea transparente el ingreso a trabajar el Municipio, a través de concursos (Insistimos debería haber un marco común para que una convocatoria salga por 72 horas, y otra se anuncie una semana antes de que comience la inscripción. Es necesario reducir al máximo la subjetividad). De esa manera se valora el esfuerzo y el estudio, evitando que los jóvenes se pregunten “¿Para qué voy a estudiar si después para conseguir trabajo necesito un dedo político?”  Veremos cómo actúa el Intendente cuando surjan vacantes en ABSA, IOMA, Bancos, etc.

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