“El que le está escapando al diálogo,es Emilio Monzó. El presidente de Diputados está en Modo Avión pues evita hablar desde hace rato mientras se define si termina de embajador en España o en su pueblo natal Carlos Tejedor junto a sus amigos del “Club Atlético Amigos Gorra de Cueros” (por favor Googlear, es así el nombre del club tejedorense)”, se lee en un artículo del 11 de abril de Pablo de León en el diario Clarín.
Aparentemente lo de Gorra de Cuero sería un dato de color porque, en concreto, según allegados a Monzó, no es de ningún partido.
El ex Intendente ha ido a la cancha a ver a Huracán (principal rival de Gorrra de Cuero), pero también es cierto que le ha entregado a subsidios a la mayoría de los clubes del distrito, que incluso han ido a la Cámara de Diputados a visitarlo (Lo llamativo es que ha entregado importantes subsidios a los clubes, pero no
ha realizado los mismo con la “Escuela 25 de Mayo”, establecimiento de Tejedor de donde egresó, cuentan que allegados a Monzó ante el pedido de un subsidio para realizar obras en el SUM de la institución les dijeron que tenían biliotecas para dar ¡CUAC!).
El artículo del periodista Pablo DE Léon continua “Ahora está en llamas porque su mujer, Karen, le regaló un Apple Watch. El diputado es reacio a las cosas tecnológicas (amén de que no usaba reloj) y ahora no soporta las notificaciones de la pulsera inteligente ya que le suena en medio de las reuniones políticas. Por eso, Monzó pidió a sus colaboradores que lo ayuden a desactivar esa función porque “me vibra el brazo”, como se lo escucho rezongar. Reloj no marques las horas…”
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