NOVA: La compleja trama de la droga y el poder político en Carlos Tejedor

Carlos Tejedor está convulsionado. A raíz de las revelaciones de NOVA respecto de la posible tenencia de drogas del sobrino de la intendenta María Celia Giainini de Lafleur (FpV-PJ), y la supuesta connivencia entre la comuna y la policía local para protegerlo, en el pueblo las versiones no han hecho más que aumentar y cruzarse entre sí, alcanzando incluso la órbita del Concejo Deliberante, desde donde la oposición peronista referenciada en Emilio Monzósolicita la interpelación de la jefa comunal a fin de que brinde explicaciones.

 

En el distrito no se habla de otra cosa. De hecho, no son pocos los que recuerdan que durante 2010 habría sido «público y notorio» que el sobrino de la intendenta sería “el encargado de distribuir y vender droga en

la ciudad, o por lo menos uno de los encargados”. Inclusive, hoy muchos jóvenes manifiestan que el acusado tendría la droga para vender en su casa, ubicada en el nuevo barrio inaugurado por su tía. Pese a que se trata de casas para carenciados, su sobrino habría comprado una.

 

Allí -sostienen-, el muchacho tendría una gran cantidad de droga en la heladera, según manifiestan algunos de sus eventuales clientes. Aunque el escándalo podría haber modificado esta conducta. Sin embargo, el sobrino de Gianini manifestaría ante su entorno que “se maneja con tranquilidad” debido a que, por su condición de familiar de quien detenta el poder en el pueblo, tendría una especie de “zona liberada”. “No lo molesta ni investiga nadie –dicen-, por lo menos hasta estos últimos meses”.

Además, y según acusaciones de las que este medio se hizo eco, el joven tendría una plantación de droga en las cercanías de la planta urbana de Carlos Tejedor. Inclusive habría una causa en Trenque Lauquen que prueba tanto su existencia como la propiedad.

En declaraciones a la prensa,.el secretario de Gobierno local, Pablo Battista, señaló que “no tenemos ningún conocimiento de eso”. Es decir que el responsable de la policía comunal no conoce o “mira para el costado”, interpretan. El análisis que hacen algunos observadores en el distrito es que “no puede ser que la policía haya custodiado la plantación de marihuana, que haya sido robada, y que el secretario de Gobierno y la intendenta manifiesten que es todo mentira, que no pasó nada, y que nunca hubo droga en Tejedor”. “Evidentemente quieren esconder lo sucedido”, arriesgan.

El propio comisario Sergio Ciccarelli se manifestó negando todo públicamente. O sea, nadie sabe nada. Además, resulta cuanto menos llamativo que la policía local, aún habiendo sido alertada en forma telefónica de que iban a ir a “robar” las plantas, no “pudo” hacer nada y se las sustrajeron en “sus narices”. ¿Impericia? ¿negligencia? ¿zona liberada? Por ahora no hay más que dudas.

Es necesario recordarlo: el mes pasado, NOVA publicó que el sobrino de la intendenta habría sido encontrado en una quinta con varias plantas de marihuana en su poder. Ante esta situación, la alcaldesa habría ordenado “que se fueran los patrulleros, que sacaran las plantas y que volvieron a hacer la requisa, tras lo cual no encontraron nada”.

En Tejedor se habla de mucho dinero y de poder político, que el día del operativo habría utilizado sus “influencias” para que la policía liberara por algunos minutos la zona. El dispositivo se habría llevado a cabo de este modo: en una camioneta S 10 gris de uno de los implicados -o de un carnicero del lugar, agrega otra fuente-, habrían retirado las plantas por la parte de atrás de la quinta, aunque nadie los vio ni escuchó. Y todo esto ante dos policías “custodiando” el lugar.

Inclusive habría habido desavenencias entre la policía de Tejedor y la de Pehuajó. Unos le dicen a los otros que custodiaron mal, y los otros le dicen a estos que las hubieran cuidado ellos, o que los hubieran “asesorado o ayudado” en caso de necesitar ayuda.

La connivencia sería vox populi. Hasta se habla de cifras. Algún policía arrepentido habría dado datos. Pero hay mucho miedo. “Se sabe qué pasó –cuentan desde Tejedor-. Pero ahora hay que empezar a probarlo”.

En pleno escándalo, los concejales oficialistas trataron el tema como una “paparruchada”. Manifestaron que sólo eran “habladurías”, y que no había ninguna causa que avalara las acusaciones. Por cierto, en el pueblo los medios nada saben ni nada publican. Se comenta que se habrían pagado sumas importantísimas de dinero para nadie aborde la delicada cuestión.

De desmentidas y «popularidades»

Las acusaciones publicadas por NOVA no se agotaron sólo ahí. En aquella primera nota también se registraron las voces que se hacían eco de la supuesta expulsión del marido de la intendenta, Horacio Lafleur, de la estancia de los Lacau, una familia tradicional de Tres Algarrobos, de la que el matrimonio era administrador histórico.

Los trascendidos hacían referencia a que los Lacau habrían echado a Lafleur por “discrepancias en la administración”, ya que “faltaba hacienda, no cerraban los números y había diferencias entre lo que se entregaba y la cosecha de algunos lotes”.

Sin embargo, la propia  familia salió a negar estas versiones. “Desmiento rotundamente que hayan existido discrepancias en la gerencia del establecimiento ‘La María Elisa’ llevada adelante por Horacio Lafleur”, afirmó Gloria Lacau en una nota publicada en el semanario “El Cóndor”, en referencia a los “rumores que son de publico conocimiento”.

La mujer aclaró que “tampoco es cierto que hubiera faltantes de hacienda o granos u faltantes objeciones de cualquier otra naturaleza”. “El hecho de que el campo de mi familia se haya divido de común acuerdo entre sus propietarias es la única circunstancia que lleva a cambios en su administración”, enfatizó Lacau en la solicitada, que concluye destacando “la excelente gestión de Horacio Lafleur, por quien tengo una gran reconocimiento y respeto”.

Gestiones como ésta no hacen más que poner en duda lo que los concejales oficialistas señalaron al calor del pedido de interpelación de la intendenta: queNOVA “era una agencia que no conocía nadie”. A juzgar por el feroz escándalo desatado no sólo en el pueblo sino en toda la Cuarta Sección -y que podría derivar en la suspensión de Giainini en caso de probarse las acusaciones-, los kirchneristas de Tejedor tendrán que revisar nuevamente sus definiciones.

http://www.agencianova.com/nota.asp?n=2011_5_9&id=26364&id_tiponota=10

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