Macri volvió a sumar a Monzó a la “mesa chica”

Los medios de comunicación nacionales se están haciendo eco de la decisión de Mauricio Macri de sumar al ex Intendente de Carlos Tejedor a la mesa chica del gobierno, de la que había sido “expulsado” hace un tiempo.

A continuación el artículo de La Política On Line:

Mauricio Macri decidió recostarse sobre la política para buscar una rendija por la que salir de la crisis en la que está sumido el gobierno desde hace dos semanas. El Presidente, le pidió a Emilio Monzó que se sume a una mesa chica de trabajo que será clave para los días que vienen.

Ese espacio -que surge en el marco de fuertes críticas a la estructura económica del gobierno y

al tridente de la Jefatura de Gabinete- estará integrado además por María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña y Emilio Frigerio.

De los cinco actores, el que surge como dato político es el regreso de Monzó al centro del poder. Más aún cuando el diputado le había comunicado al Presidente su decisión de dejar la presidencia de la Cámara Baja, en principio el año próximo.

Uno de los malestares de Monzó era la negativa del gobierno de buscar acercar a los actores del peronismo racional. Para el diputado, esa maniobra era clave para casos de crisis como los que suceden estos días. Enfrentado a Peña y Vidal, el ex intendente de Carlos Tejedor tenía vedada la posibilidad de hacer política en la provincia de Buenos Aires.

Ahora, el Presidente entendió que necesita de Monzó para salir de la crisis. La semana pasada, Macri se reunió con los gobernadores peronistas y no hubo resultados demasiados alentadores. En líneas generales, los mandatarios apoyan el acuerdo con el FMI pero pusieron reparos. En tanto, hoy se reunió con los senadores a quienes les pidió colaboración para aplicar un fuerte ajuste en 2019.

Es en esas negociaciones donde Macri considera que necesita a Monzó. Tanto en el diálogo con los gobernadores, como en la rosca legislativa, Monzó asoma como un actor clave para la negociación con las provincias.

Por eso, el retorno del diputado expone la necesidad de Macri de recostarse en la política. Es el triunfo de la política por sobre el marketing. Monzó tendrá hacia adelante el desafío de negociar la cercanía con los gobernadores y -en un plano estrictamente legislativo- un presupuesto que trazado por un feroz ajuste.

Según pudo saber LPO, el acercamiento se comenzó a hablar la semana pasada, en plena corrida cambiaria. La reunión ocurrió el mismo día en que el Presidente recibía a los gobernadores peronistas a la Rosada.

Vidal, Monzó y Rodríguez Larreta mantuvieron una larga charla en donde la Gobernadora le «reconoció» que lo necesitaba para 2019. Más tarde, sería el propio Marcos Peña quien le informó a Vidal que Monzó quedaba incorporado a la mesa chica.

Es que los roces que hicieron que Monzó quedara congelado en la presidencia de la Cámara y sin chances de hacer política se dieron por tensiones en el territorio bonaerense. En términos llanos, las diferencias fueron con Vidal más que con Peña.

Según trascendió, en uno de los últimos encuentros entre el Jefe de Estado y el diputado, éste último le planteó al Presidente que puede ganar elecciones con marketing, pero nunca gobernar.

Pero además, Macri se dio cuenta que en la sesión del miércoles tanto Monzó como Frigerio bajaron la guardia y la oposición encontró espacios para manejar el recinto.

Para entonces, Monzó ya había comunicado su salida del gobierno y Frigerio estaba furioso por el recorte de miles de millones en obra pública.

Entre los puntos que esta mesa política definió resalta una reunión semanal y hacia más adelante se trabajará en un punto delicado: cambios de gabinete y achique de la estructura de ministerios. La idea es dejar de lado la estructura de tres jefaturas de gabinete y 23 ministros para pasar a un esquema más reducido.
Por lo pronto, hoy el diputado estuvo todo el día en la Casa Rosada. Allí se acordó que tanto Vidal como salieran a defender la estrategia económica del gobierno nacional: el gradualismo.

«Que digan cuál es la alternativa, sin hacer un ajuste brutal y sin hacer kirchnerismo», dijo la Gobernadora a radio Mitre.

Lo mismo hizo el jefe de Gobierno porteño, quien aseguró que «el gradualismo es un camino lento y largo pero es el mejor para que la Argentina pueda salir de la situación de enorme déficit con la que arrancamos».

La fuerte defensa de Vidal y Rodríguez Larreta al gradualismo que derivó en una corrida cambiaria y un pedido de auxilio al Fondo parece un tanto fuera de contexto.

Es que es justamente porque fracasó esa estrategia económica que el gobierno está yendo a un ajuste auditado por ese organismo.

«La alternativa al gradualismo era el ajuste brutal. Esto iba a afectar a millones de argentinos. Hoy, muchos economistas critican el gradualismo, pero no dicen cómo salir de esto sin hacer un ajuste», dijo Vidal.

Aunque evitó entrar en polémicas, la respuesta de Vidal tenía como destinatario a Carlos Melconian quien ayer fustigó al Gobierno por la crisis económica y apuntó en especial contra Marcos Peña. «Boludeaste dos años y ahora, sobre la elección vas a recoger inflación», dijo quien fuera presidente del Banco Nación.