La Nación: «Queremos un país más institucional», dijo Monzó

El matutino de tirada nacional “La Nación” publicó el domingo 30 de Octubre (2011) una entrevista a Emilio Monzó. El ex Intendente de Carlos Tejedor comenta cuál será su función en el nuevo gabinete de Macri y su visión de la política para el 2015. A continuación reproducimos textual la nota:
De impecable traje, aspecto atildado y sonrisa formal para las fotos en el living de su departamento en Recoleta, Emilio Monzó dista mucho de la imagen del dirigente peronista tradicional.
Ducho en el arte de la negociación, el ex ministro de Agricultura de Daniel Scioli, diputado provincial y actual encargado del

 armado nacional de Pro se ocupará de las relaciones políticas del gobierno de Mauricio Macri con la Casa Rosada, gobernadores y dirigentes de la oposición, a quienes ya imagina formando parte de un espacio en común en 2015. «Hay una nueva generación política que se está formando para llegar al poder y otra que murió el 23 de octubre», afirmó Monzó, flamante ministro de Gobierno porteño, aunque aún falte aprobar el proyecto de creación de esa cartera que Pro envió en las últimas horas a la Legislatura porteña.
Para Monzó, el peronismo disidente «no existe más», por lo que se propone dialogar con dirigentes valiosos del PJ y otros partidos. Fiel a su jefe político, afirmó a La Nacion que Macri, a diferencia de las tres últimas citas electorales, está «decidido de ser el próximo presidente».
-¿Cuáles serán los objetivos de su gestión?
-Implementar la boleta única en la Capital y concientizar en la reforma de la ley Cafiero para que los porteños logren la autonomía. Desde la política, trabajaremos para la candidatura a presidente de Mauricio Macri. La idea es establecer contactos con otros partidos, con una actitud frentista: empezar por las elecciones de 2013 y que Macri sea presidente dentro de cuatro años.
-¿Se mantendrá la calma con el gobierno nacional o habrá guerra otra vez?
-Hablaría mal de los dos si volvemos a la contienda permanente. Todos merecen que seamos adversarios políticos, pero que a la hora de las políticas de Estado estemos a la altura de las circunstancias. Ya lo hacemos y seguiremos ese camino.
-¿No se diluye la oposición con esa postura de diálogo?
-No, sería un avance. Debe haber continuidad en lo que se hace bien, rivalidad, pero reglas claras.
-Usted estuvo con Scioli y trabajó con De Narváez. ¿Que tiene Macri que no tengan ellos?
-Con De Narváez fue una experiencia muy corta, tiene un estilo que no genera confianza en lo político y que en estas elecciones se trasladó a la gente. Con Scioli estoy agradecido. Es diferente del gobierno nacional. Macri valoró mi trayectoria, tenemos una relación personal y los dos pensamos una misma Argentina.
-Macri desechó ser candidato en 2003, 2007 y ahora. ¿Por qué aceptaría jugarse en 2015?
-Las circunstancias lo llevaron a eso. Tuvo la templanza suficiente para no apurarse, aunque la sociedad está huérfana de alternativas al gobierno. Gobernar la ciudad da una experiencia invalorable, y él está decidido a ser el próximo presidente.
-Usted quería que él fuera candidato en la elección reciente…
-Tuvo una decisión acertada, aunque yo no pensaban así. Creía que con 30 o 35 puntos en la presidencial sumábamos para 2015. Respeto la otra opción, que aseguró un éxito que atrae más estructura política.
-¿Con quién se construye? La oposición quedó desmembrada.
-En esta elección dejó de existir el peronismo federal, al igual que una generación política que terminó, para bien del país. Pro no tiene volumen político fuera de la Capital y nos hacen falta acuerdos políticos.
-¿Hay límites?
-Queremos un país más institucional y republicano, y aquí englobamos a muchos dirigentes. De la nueva generación, a Ernesto Sanz y Oscar Aguad, peronistas como Sergio Massa y Juan Urtubey, intendentes radicales como Mario Meoni, peronistas como Giustozzi y Katopodis, y de la Coalición Cívica, a Pablo Javkin.
-Muchos de los que nombró están con el gobierno nacional.
-Sí, pero quieren romper lo provincial, pasar a lo nacional. La sociedad toma a estos dirigentes como alternativas. Estamos dispuestos a conversar y a hacer alianzas con ellos.
-¿Y Scioli?
-Lo veo más cercano a nuestra generación, pero atrapado en la jaula de la provincia de Buenos Aires. Hasta ahora nadie pudo abrir esa jaula.
-Para muchos, Macri es la derecha…
-Para el kirchnerismo todo lo que no es progresista es casi delictivo. Si usáramos esa vara, el Gobierno se quedaría con el 50% de sus funcionarios (se ríe). Se ha demonizado a Macri, que tiene un pensamiento práctico, es abierto y pluralista.

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