El viernes 30 de Septiembre (2011) quedó inaugurado el Jardín de Infantes Nº 905 de la localidad de Curarú, obra que demandó $1.139.119,56. El lunes próximo las clases ya se dictaran en el nuevo edificio, dejando de utilizar un predio del ferrocarril que había sido comprado para ese fin.
«Los grandes logros no se hacen por impulso, sino por una suma de pequeños logros», fue la frase de
Vicent Van Gogh que estaba presente en un pergamino que podían firman quienes asistieron, y que demuestra el esfuerzo de la comunidad del jardín que luego de 45 años pudieron conseguir su propio edificio.
Según la información oficial: “El edificio consta con 2 aulas comunes con sanitarios para alumnos, sanitarios para docentes y personal auxiliar, sectores de gobierno diferenciados, SUM-comedor, cocina, depósito y patio descubierto. La mampostería es de ladrillos cerámicos huecos, toda la carpintería es de aluminio, tiene rejas de protección, pisos y zócalos de granito en el interior, de cemento comprimido en el exterior, sistema de calefacción Fan Coil, sistema de alarma, vidrios laminados, cocina semi-industrial con campana extractora, piletas para lavado, cercos medianeros y parquización».
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