Empeora la situación lechera por los excesos hídricos en el oeste bonaerense

Los ingresos tamberos se reducen a causa de la caída de la producción y aumento de los gastos de alimentación y sanidad. Además, los excesos hídricos, combinados con el aumento de costos, agravan la situación de la lechería.

Los excesos hídricos empeoran la situación de la lechería ya que se combinan las grandes pérdidas ocasionadas por las inundaciones con los altos costos de producción y gastos de alimentación y sanidad.

El costo de producción del litro de leche, se ubica entre 1,44 y 1,59 pesos aproximadamente en julio 2012. Es decir: un valor cercano al recibido por el producto comercializado en

dicho período.

Las inundaciones obligan a los tamberos a remplazar el aprovechamiento directo de pasturas y verdeos por otros forrajes conservados y Suplementos concentrados que tienen mayor costo. El fenómeno también aumenta los gastos sanitarios por la proliferación de enfermedades de patas y de ubre.

A eso se le suma una reducción del ingreso por una caída en la producción individual debido a los efectos del barro sobre el confort animal y, en muchos casos, a una caída de la calidad en la dieta. Algunos productores han tenido que trasladar vacas a otras explotaciones debido a la emergencia.

Los valores calculados consideran los gastos directos, las amortizaciones, los gastos indirectos y la financiación.

Al comienzo del ejercicio 2012/13, los costos de producción en algunas zonas tamberas se incrementaron de manera notable a partir de las inundaciones. El noroeste de la provincia de Buenos Aires ha sido una de las zonas más afectadas por los recientes excesos hídricos, pero no es la única.

La precipitación acumulada en dichas localidades del Oeste bonaerense desde enero a agosto de este año fue, en promedio, 1,9 veces mayor al promedio de los últimos cinco años.

Cabe destacar que las caídas en la producción individual y en la condición corporal impactarán en el resto de la lactancia y en los índices reproductivos del rodeo, lo cual limitará la producción en el año entrante.

Por otra parte, el pastoreo en condiciones de alta humedad genera problemas de compactación por pisoteo, pérdida de cobertura del suelo y la necesidad de reimplantación de pasturas.

De todas maneras, el mayor impacto en las reservas forrajeras se da por la necesaria reducción en el área de cultivos de verano para silo debido al anegamiento y, en menor medida, por dificultades para la conservación de excedentes primaverales de pasturas y verdeos de invierno.

Todo esto se suma al pronóstico extendido de “niño” donde nos preocupa y nos tiene alertas para los próximos meses, y poder realizar en tiempo y forma o cuando “nos deje el tiempo” reservas para el próximo otoño, además de las perdidas expuestas.

Fuente: Agrositio.com – CREA

Dante Garciandia

Agronomía Campos Verdes

Carlos Tejedor (Bs. As.)

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